Opinión

Objetivo: Pleno empleo

Este Primero de Mayo, el lema elegido por los sindicatos de clase para representar las reivindicaciones es “Por el pleno empleo: Reducir jornada, mejorar salarios”. Desde luego, Córdoba está lejos del pleno empleo. Es cierto que las cifras de empleo han mejorado desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2021, que ha permitido incrementar sustancialmente la contratación indefinida. Hemos logrado reducir el desempleo, pasando de las 66.821 personas paradas en 2019 a las 60.933 del pasado mes de marzo (últimos datos disponibles), pero aún siguen siendo demasiadas las personas que buscan empleo y por eso debemos redoblar los esfuerzos públicos y privados con el objetivo de conseguir el pleno empleo en esta legislatura.

Las mejoras que se han venido produciendo han venido de la mano del diálogo social: La mencionada reforma laboral, el incremento del SMI, la subida de las pensiones o las medidas para paliar los efectos de la inflación y la crisis energética.

En Andalucía, el en marzo de 2023 se firmaba el Pacto Social y Económico por el Impulso de Andalucía, un pacto incumplido en materias fundamentales como la siniestralidad, la sanidad o la dependencia. Es urgente que el Gobierno andaluz cumpla el compromiso de llevar a cabo un Plan Urgente de Empleo Juvenil que junto al Pacto Andaluz por la Formación, que tampoco se ha abordado, deben ser elementos básicos para propiciar la creación y la mejora del empleo. 

El objetivo del pleno empleo requiere mejorar el marco legislativo. Para CCOO es el momento de la reducción legal de la jornada de trabajo, así como de una mejor regulación de la contratación a tiempo parcial. Es hora de proteger el contrato de trabajo a través de una nueva regulación del despido y de proteger a quienes generan la riqueza a través de su fuerza productiva: La clase trabajadora.

Tenemos que prepararnos hoy para el empleo del futuro. El proceso de digitalización y la inteligencia artificial han de hacer más productivas nuestras empresas para trabajar menos tiempo, pero en mejores condiciones.

Las transformaciones productivas, la digitalización aplicada a los procesos de generación de bienes y servicios, y particularmente la transición energético/ecológica, definen un panorama complejo y no exento de riesgos, pero también de oportunidades, eso sí, con las personas en el centro de las políticas públicas.

Desde la entrada del PP en el Gobierno andaluz, estamos asistiendo a un deterioro sin precedentes a los servicios públicos. Vemos la progresiva externalización de la educación con el cierre de aulas en los centros públicos mientras se abren nuevas clases en los privados y concertados. Los retos a los que se enfrenta la educación pública hoy son inasumibles sin un crecimiento considerable de las plantillas docentes, cuestión estratégica, urgente y prioritaria y que debe concretarse en el aumento personal que atiende al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, la reducción del horario lectivo del profesorado, la disminución de la carga burocrática, la reducción de la ratio con el compromiso de la no supresión de unidades en la escuela pública, entre otras.  

La sanidad sufre los estragos de los recortes, que se traduce en listas de espera cada día más abultadas y en la privatización de los servicios sanitarios. Este empeoramiento no obedece a causas externas, sino a la mala gestión que la Junta de Andalucía intenta ocultar, y que pretende solventar derivando 734 millones de dinero público a la sanidad privada. Por eso CCOO exige a la Consejería de Salud un verdadero plan de choque basado en los medios del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y no en la sanidad privada, de forma que se potencie la sanidad pública en su conjunto con las inversiones necesarias y dotando de medios diagnósticos y terapéuticos a la atención primaria.

La dependencia no está mejor. La espera para ser valorado supera los 500 días, cuando debería solventarse en seis meses. Siguen muriendo personas sin valorar o lo que es peor, valorados, pero sin haber llegado a percibir las prestaciones reconocidas.

Debemos situar los cuidados en el centro de la recuperación de los servicios públicos y en este ámbito apostamos por sostener nuestros sistemas de protección social, consolidando las reformas pactadas y profundizando en las que están pendientes; la reforma de la protección por desempleo y la mayor efectividad de las políticas activas de empleo, en la estrategia de pleno empleo que defendemos.

Queremos lograr el pleno empleo pero también acabar con la precariedad laboral de la juventud, con la brecha de género que sufren las mujeres y la discriminación que sufren personas trans y LGTBI o con discapacidad. Y para ello, seguiremos trabajando por un entorno laboral equitativo, respetuoso y comprometido con la protección de los derechos fundamentales.